Optimización de instrumentos de una orquesta
Reproducimos un texto "clásico" entre los especialistas en la organización y optimización de empresas. Este ejemplo evidencia que si se pierde el sentido que ha de tener cualquier acción de mejora, se corre el riesgo de ofrecer un "concierto" que no es, ni mucho menos, el que la audiencia esperaba oír.
Nunca debe perderse de vista lo que realmente desea nuestra clientela, porque sólo si se cumplen sus expectativas se podrá considerar que le ofrecemos un servicio de calidad.
Por lo tanto, una organización no puede caer en el mismo error del "estudio" reproducido y para ello es necesario:
a) Conocer las expectativas de nuestros clientes y ofrecerles unos productos y servicios acordes con sus necesidades.
b) Aplicar los cambios necesarios para asegurar el servicio que se puede dar y hacerlo con el menor coste posible.
Optimización de instrumentos de una orquesta
1. Los cuatro oboes están demasiado tiempo sin intervenir. Sería lógico reducir su número y escalonar su intervención a lo largo de la actuación, para eliminar lapsus de inactividad.
2. Los doce primeros violines tocan notas idénticas de forma simultánea para que se les oiga mejor. Se podría reducir considerablemente su número utilizando un amplificador de sonido cuando sea precisa una mayor intensidad sonora.
3. El coeficiente de utilización del triángulo es extremadamente bajo. Convendría utilizar más este instrumento y incluso poner algunos más. Su precio de compra en muy bajo por lo que la inversión es muy rentable.
4. Tocar las fusas requiere un esfuerzo significativo y representa una complicación innecesaria. Se sugiere redondear todas las notas a la semicorchea más próxima. De esta manera, además, será posible contratar músicos menos cualificados y más baratos.
5. Se ha observado que un mismo pasaje se repite con demasiada frecuencia. Estas repeticiones se pueden reducir fácilmente. Por otro lado, es totalmente inútil hacer que los instrumentos de viento toquen un pasaje que ya ha sido interpretado por las cuerdas. Se debe valorar que si eliminamos todas las repeticiones, un concierto de dos horas cabría en 20 minutos, lo cual reduciría los gastos generales y evitaría, también, la necesidad del entreacto.
6. La sustitución del piano de cola por un piano vertical, que ocupa mucho menos espacio, permitirá un uso más racional de la zona de almacén de los instrumentos.
7. Parece que las técnicas de ejecución no hayan evolucionado en siglos, en lo que a ergonomía se refiere, y se habrían de estudiar con más detalle. Se observa, por ejemplo, que el pianista necesita ambas manos para tocar su partitura y, además, utiliza ambos pies, que activan unos pedales. A pesar de ello tiene serias dificultades para ejecutar algunas notas. Es probable que una nueva concepción del teclado, que pusiera al alcance de sus manos las teclas que más se utilizan, podría mejorar las condiciones de trabajo.
8. En la mayoría de los músicos, una de las manos se suele usar exclusivamente para aguantar el instrumento; si se utilizara un soporte, una de las manos estaría disponible para otras actividades.
9. Debe indicarse que el esfuerzo excesivo que, de cuando en cuando, han de realizar los intérpretes de los instrumentos de viento se podría evitar, usando un compresor que facilitase el aire necesario de una manera adecuada y más controlada.
10. La obsolescencia de un instrumento es un aspecto que también debe examinarse. El programa musical anunciaba que el instrumento del primer violinista tenía más de cien años. Si se hubiera aplicado correctamente el baremo de amortización se habría constatado que el valor de este violín es realmente nulo y se hubiera podido pensar en comprar un instrumento moderno.
11. Se ha observado también, que el director de orquesta gesticula continuamente moviendo sin parar sus manos, lo que puede ser fuente de distracción para los músicos. Se recomienda que las instrucciones se incluyan por escrito junto con la partitura que cada músico tiene o, en su defecto, que se impartan de viva voz