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TEDX Eduquemos los niños para ser emprendedores - Cameron Herold




Se aburre en la escuela, le va mal en las clases, está en desacuerdo con sus compañeros: este niño podría ser un emprendedor, dice Cameron Herold. En TEDxEdmonton, sostiene que la crianza y una educación que ayude harían florecer la iniciativa empresarial, tanto en niños como en adultos.
Translated into Spanish by Sebastian Betti
Reviewed by FABIO PADILLA
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Acerca de Cameron Herold

Un emprendedor desde la infancia, Cameron Herold quiere que los padres y maestros a reconocer - y fomentar - en el talento de los niños. Empresarialcompleta y más enlaces bio
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TEDX - Cómo los grandes líderes inspiran la acción - Simon Sinek



Simon Sinek tiene un modelo simple pero poderoso de liderazgo inspirador; todo se basa en un círculo de oro y la pregunta "¿por qué?" Sus ejemplos incluyen a Apple, Martin Luther King y los hermanos Wright. Y como contraparte, TiVo, que (hasta la reciente victoria legal que triplicó el precio de su acción) parecía estar en dificultades.
Translated into Spanish by Sebastian Betti
Reviewed by Ingrid Hernández
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Acerca de Sinek Simon

En 2009, Simon Sinek publicado el libro "Con el inicio ¿Por qué" - resumen de la teoría que ha comenzado a utilizar para enseñar a otros cómo ser eficaces y líderes de inspirar el cambio. Un completo y más enlaces bio


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Porqué no funcionan los sistemas GTD con un procrastinador



Muy probablemente, si estás leyendo ahora mismo este artículo es porque en tu vida desempeñas fundamentalmente un oficio "intelectual", es decir, tu profesión se basa en la gestión del conocimiento. Estudiante, administrativo, diseñador, gestor, directivo, etc.


 La mayor parte de tu tiempo profesional transcurre en un escritorio, delante de una (o varias) pantallas, papeles, teléfonos, etc. Todos los que nos dedicamos a este tipo de actividades, que en una sociedad como la actual somos mayoría, nos enfrentamos a casi los mismos problemas, con independencia de dónde vivamos.
Un agricultor, un obrero de la construcción, un atleta, etc. aún cuando el desempeño de sus actividades requiere de una concentración intelectual considerable, trabajan relacionándose directamente con el objeto de su profesión. Es decir, tienen menoscapas de abstracción entre las tareas que deben realizar y el propósito de su empleo. Por eso es menos frecuente encontrar procrastinación en este tipo de colectivos. Son personas que llegan agotadas tras una jornada laboral, pero rara vez estresadas por la presión de ver como los proyectos no avanzan porque han postergado sus tareas.

Sin embargo un individuo del otro extremo, genéricamente un "oficinista", está expuesto a todos los males de la llamada "sociedad de la información" y la tecnificación que la rodea. Por un lado, debe gestionar en su mente conceptos abstractos, nuevos, difusos, difíciles de acotar o materializar. Por otro, esa gestión debe realizarse empleando herramientas sofisticadas que a menudo entran dentro del infierno de la Complejidad Artificial. Todo ello conduce a activar en la mente de la persona víctima de la procrastinación un mecanismo de autodefensa consistente en la evitación de la ejecución de las tareas, ya que ésta (su mente) es incapaz de imaginar la resolución de dicha tarea y por lo tanto imaginar también en la gratificación que le proporcionará su conclusión.
Por ejemplo, un operario puede quedarse bloqueado en su tarea de instalar una tubería porque un vecino le deniega el derecho de paso por su casa. Es una circunstancia objetiva, palpable, que en cuanto se desencalle permitirá acabar la faena simplemente añadiendo horas de trabajo más o menos laborioso. Este operario, si realmente está capacitado para su trabajo, no se quedará petrificado ante la pared con su martillo en la mano, incapaz de iniciar la instalación. De nuevo en el otro extremo podemos tener por ejemplo a una consultora sentada en la butaca de su despacho, con su taza de café en la mano, observando la luminosa pantalla de su computadora, con una ventana en blanco esperando que empiece a redactar un informe sobre las conclusiones de una reunión improductiva que tuvo el día anterior que trataba sobre análisis de riesgos de futuras compras de software y que debe entregar esa misma tarde sin falta a un cliente que habla un idioma distinto. 

En ambas situaciones hay un abismo motivacional que hace que la procrastinación haga estragos en un lado y a penas se detecte en el otro.

Ante esta problemática, han surgido toda una serie de estudiosos en la materia que han sacado a la luz variados métodos o técnicas que supuestamente alivian o solventan estos infiernos laborales. Herramientas de gestión del tiempo y las tareas, también conocidos como GTD ("Get Things Done") compuestos por agendas, temporizadores (como en la "técnica del Pommodoro"), etc. En resumen toda una panoplia de artilugios ideados para controlar el tiempo que invertimos en nuestras tareas, ordenarlas, etc. 
A menudo también se ha sugerido que estos caminos son la salvación del procrastinador. Lo cierto es que esto, en general, es falso.

A pesar de que dichas técnicas son fundamentalmente útiles y prácticas, en el mejor de los casos (y solo dentro de una fracción del espectro de procrastinadores) solamente ayuda a mitigar levemente las consecuencias de la procrastinación, y nunca ataca a las raíces del mismo. Un procrastinador sabe con más o menos precisión qué debe hacer y cuándo debe hacerlo, pero NO LO HACE. Un procrastinador puede estar perfectamente bloqueado y rodeado de agendas, programitas gestores de tareas, teléfonos, listados, cronómetros, etc. Es decir vivir arropado de todo un arsenal de herramientas de GTD y estar en blanco, inactivo, o prestando toda su atención y recursos intelectuales en una tarea intrascendente pero que cuya gratificación sí pudo resolver en su mente. Ahí está la clave. 

Por eso es tan y tan frecuente charlar con procrastinadores que comentan cuánto dinero y tiempo han invertido en supuestas herramientas mágicas y cómo han fracasado una y otra vez con ellas.

Para atacar la raíz del problema hay que saber dónde está primero. Y lo mejor es hacer el esfuerzo de sacarnos de nuestras circunstancias habituales y verlas desde una perspectiva alejada. Y es en ese momento donde, quizá, nos demos cuenta de que nuestra mente sencillamente se planta, saturada de una abstracción artificial que no puede, no sabe o no quiere gestionar y se rebela haciendo huelga, negándose a ejecutar lo que el cerebro racional indica y desviando la atención a otras tareas que sí son gratificantes. En otras palabras, hemos forzado, encarcelado, condenado a nuestra mente a trabajar en donde no está preparada.

Hay que cambiar de circunstancias. De vida. Buscar si está disponible una alternativa. Y si no, crearla.




Lucía Fernanda  - Exacto!  |31/12/2010 16:32
"Un procrastinador sabe con más o menos precisión qué debe hacer y cuándo debe hacerlo, pero NO LO HACE."

ESA ES LA CLAVE !! El cambio tiene que darse a nivel interno, no sirve de mucho el mejor de los planes, o una agenda multicolor si luego se carece de la energía interna para llevar a cabo lo que ya sabemos que debemos realizar.


j  |04/01/2011 04:47
vale colega, que procrastrinar señala falta de aptitud y por tanto buscar otra manera de ganarse la vida. GENIAL

José Miguel Bolívar    |05/01/2011 11:22
GTD no es simplemente una técnica ni una colección de herramientas. Muchos creen que sí y por eso fracasan al utilizarlo. Si procrastinas es porque no estás realmente comprometido a hacer algo pero te intentas engañar a ti mismo haciéndote creer que sí. GTD es mucho más que los 5 pasos para controlar el flujo de trabajo. Eso es sólo la mitad que te proporciona control. Pero si sigues sin trabajar la otra mitad, la que te da perspectiva, seguirás procrastinando.

Carlos Alfredo Noriega Fuertes - geniallllllll  |19/01/2011 07:19
Mis màs sinceras felicitaciones por el artículo, ya que lo encontré sumamente interesante para el entorno pre universitario en el que me encuentro y las obligaciones que simultàneamente debo realizar en mi casa!...BESTIAL!;)

Porqué no funcionan los sistemas GTD con un procrastinador

Escrito por Ignacio Lirio
Martes, 28 de Diciembre de 2010 05:57
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Pon un MOSQUITO en tu Proyecto




Ayer me dio por intentar ordenar documentación antigua que tengo sobre gestión de proyectos.  Digo intentar ya que nunca lo consigo, siempre encuentro algún documento interesante y me paro a leerlo, lo que provoca que el resto se queda sin ordenar.  Ya tengo claro que para mí ordenar papeles antiguos es sinónimo de procrastinar.

Esta vez no fue una excepción. Al poco de empezar, encontré un manual de un curso de gestión de proyectos que me emocionó. Había encontrado el manual del primer curso de gestión de proyectos que he recibido en mi vida, ni más ni menos que Julio del 1.987!!!!

Como podéis imaginar me puse nostálgico y empecé a ojear las páginas amarillas del manual y a recordar algunos de los conceptos que se explicaban en el curso. Me llamó la atención un elemento que tenía olvidado.  

En este curso se aconsejaba el uso del acrónimo MOSQUITO (MOney, Skills, QUality, Information, Time and resources, Organization) para especificar los elementos más importantes a la hora de planificar y controlar un proyecto.
Os detallo a continuación lo que se pretendía con cada elemento:
MOney
  • resultados dentro del presupuesto
  • riesgo controlado
Skills
  • qué habilidades se necesitan
  • qué habilidades están disponibles
QUality
  • resultados de acuerdo a las especificaciones
  • revisiones y pruebas
Information
  • entregables estándar
  • gestión de configuraciones
  • control de cambios
  • lineas de base
  • aprobaciones
Time and resources
  • Dependencias
  • Responsabilidades
  • Recursos internos y externos
Organization
  • Resultados a tiempo
  • Actividades según plan
  • Uso de los recursos
Así que ya sabéis, si os cuesta recordar las nueve áreas de conocimiento de PMBoK o los procesos de PRINCE2 siempre podéis poner un MOSQUITO en vuestro proyecto.
Disculpar el ataque de nostalgia.

Pon un MOSQUITO en tu Proyecto

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Las 13 cosas que Paul Graham le diría a un emprendedor



Paul Graham es emprendedor, inversor y, según Businessweek una de las 25 personas más influyentes de la red. Es indudable que es alguien que sabe de lo que habla en esto de tener una empresa y llevarla lejos. Ha creado unas cuantas y financiado innumerables.

Por eso esta semana la palabra la tiene él, con las 13 cosas que le diría a un emprendedor.

1.- Elige unos buenos co-fundadores-
 En una empresa que empieza puedes cambiar tu idea fácilmente, pero cambiar a los fundadores es duro. Y el éxito de una empresa depende casi siempre de sus fundadores.

2.- Lanza rápido-
 La razón de empezar rápido no es tanto porque sea crítico tener pronto el producto en el mercado, sino porque realmente no has empezado a trabajar en él hasta que lo has lanzado. Al lanzar aprendes de verdad lo que deberías haber estado construyendo, hasta que no sabes eso has estado desperdiciando el tiempo.

3.- Deja que tu idea evolucione-
 Esta es la segunda parte de lanzar rápido. Lanza rápido y modifica. Es un gran error tratar una empresa como si fuera meramente un asunto de poner en marcha una idea inicial brillante.

4.- Entiende a tus usuarios-
 Puedes visualizar la riqueza creada por una empresa que empieza como un rectángulo. Donde un lado es el número de usuarios y el otro es cuánto estás mejorando sus vidas. Esta segunda dimensión es sobre la que tienes mayor control. Y además, el crecimiento de la primera estará determinado por cómo lo haces de bien en la segunda.

5.- Mejor hacer que unos pocos te quieran a hacer a muchos ambivalentes- 
De manera ideal vas a querer que mucha gente te ame, pero no puedes esperar eso a la primera. Inicialmente tendrás que elegir entre satisfacer todas las necesidades de un subgrupo de usuarios potenciales o satisfaces un subgrupo de necesidades de todos los usuarios potenciales.

6.- Ofrece un servicio al cliente sorprendentemente bueno-
 Los clientes están acostumbrados a ser tratados mal. Muchas de las compañías con las que tratan son casi monopolios, que funcionan con un servicio al cliente atroz. Tus propias ideas sobre lo que es posible han sido inconscientemente rebajadas por tales experiencias. Intenta que tu servicio al cliente no sea meramente bueno, sino sorprendentemente bueno. Ve hasta el final haciendo a la gente feliz. Se quedarán anonadados, ya verás.

7.- Haces lo que mides- 
Simplemente medir algo otorga una increíble tendencia a mejorarlo. Si quieres hacer que tus números aumenten, pon un gran trozo de papel en la pared y cada día marca el número de usuarios. Te deleitarás cuando suba y te decepcionarás cuando baje.

8.- Gasta poco- 
No puedo enfatizar lo suficiente cómo de importante es para una empresa que comienza es controlar el gasto. Muchos emprendimientos fallan antes de hacer algo que la gente quiera y la manera más común de fallar es quedarse sin dinero.

9.- Obtén un “ramen” rentable-
 Tener un “Ramen rentable” significa que un emprendiemiento genera suficiente para pagar las facturas de sus fundadores. Una vez has conseguido ese “ramen rentable” cambia completamente la relación con los inversores y también es muy bueno para la moral.

10.- Evita distracciones- 
Nada mata tantas empresas que empiezan como las distracciones. El peor tipo son aquellas que te pagan dinero. Trabajos que tienes a la vez, consultoría, otros proyectos que llevas y son rentables… La empresa puede tener más potencial a largo plazo, pero siempre interrumpirás el trabajo en ella para responder a las llamadas de la gente que te está pagando ahora.

11.- No te desmoralices-
 Aunque la causa inmediata de muerte en una empresa que empieza tiende a ser que se termine el dinero, la causa que está en la esencia es normalmente una falta de concentración. O bien la compañía está gestionada por gente estúpida (lo que no puede arreglarse con consejo) o la gente era inteligente pero se desmoralizó. Comenzar una empresa es un enorme peso moral.

12.- No abandones- 
Incluso si te desmoralizas, no abandones. Puedes llegar muy lejos sólo por el mero hecho de no abandonar, aunque esto no es cierto en todos los campos.

13.- Los tratos no salen-
 Una de las habilidades más útiles que aprendí de Viaweb fue no tener esperanzas demasiado elevadas. Probablemente tuve unos 20 tratos de todo tipo que no salieron adelante. Después de los 10 primeros o así aprendimos a considerar los tratos como procesos de fondo, a los cuales ignorábamos hasta que se habían culminado completamente. Es muy peligroso para la moral empezar a depender de tratos que se tienen que cerrar, no sólo porque a menudo no lo hacen, sino porque comportarse así hace que se cierren menos.

Entiende a tus usuarios.
Esa es la clave. La tarea esencial en una empresa que empieza es crear riqueza; la dimensión de la riqueza sobre la que tienes más control es cuánto mejoras las vidas de tus usuarios; y la parte más dura es saber qué hacer por ellos. Una vez sabes lo que hacer, materializarlo es simplemente esfuerzo y cualquier “hacker” decente es capaz de eso.
Entender a tus usuarios es parte de la mitad de los principios de esta lista. Esa es la razón para lanzar pronto, entender a los usuarios. Evolucionar tu idea es la materialización de que entiendes a los usuarios. Comprenderlos bien tenderá a empujarte a hacer algo que haga a una poca gente profundamente feliz. La razón más importante para tener un servicio al cliente sorprendentemente bueno es que te ayuda a entender a los usuarios. Y entenderlos será bueno para tu moral, porque cuando todo se derrumbe a tu alrededor, tener aunque sea a 10 que te quieran te permitirá seguir adelante.

Las 13 cosas que Paul Graham le diría a un emprendedor

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