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Curva de Laffer
La curva de Laffer es uno de estos mitos “liberales” que parecen haber invadido el subconsciente colectivo de la sociedad.
¿Qué se conoce por curva de Laffer? Esta curva representa una ecuación matemática que dice que, en ciertas circunstancias, bajar los impuestos puede hacer subir la recaudación fiscal del estado.
¡¿Cómo es eso?! Muy sencillo. Según este modelo, cuando los impuestos en una sociedad son elevados, estos desincentivan la actividad económica. Pongamos un caso extremo, en el caso de que los impuestos fuesen del 100% de los ingresos la recaudación sería cero, puesto que nadie trabajaría para no ganar nada.
Bajo este precepto se dice que, al reducir los impuestos, se incentiva la actividad económica. Si esta actividad crece se invierte más, se contrata más gente, etc. Y todo esto crea más contribuyentes, más consumo, y, por lo tanto, más recaudación fiscal.
Los “liberales” se basan en la curva de Laffer para argumentar lo positivo de una bajada de impuestos: Se pagan menos impuestos y se recauda más, vamos, la medida perfecta.
Pero claro, esto tiene trampa. Porque la curva de Laffer, como su nombre indica, es una curva y no una recta, es decir, no tiene una relación directamente proporcional.
La propia curva de Laffer indica que llega un momento en que la tendencia se revierte, es decir, se hace lógica, y pasamos a una situación en la que a menos impuestos, menos ingresos, correspondiente a la parte izquierda de la parábola.
Lo que explica la curva de Laffer no es que al bajar impuestos aumente la recaudación. Eso es una falsedad interesada, un comentario falaz por parte de los “liberales”. Lo que dice la curva es que al aumentar impuestos se aumenta recaudación pero hay un momento, cuando los impuestos son excesivos, que los impuestos desincentivarán la actividad económica, haciendo contraproducente esta subida.
Por lo tanto existe un punto óptimo, en el que se consigue la máxima recaudación y no se desincentiva la actividad económica. ¿En que punto se encuentra una sociedad? Nadie lo sabe. Pero ese mismo desconocimiento lleva a que sea igualmente probable que estemos a la derecha o a la izquierda del punto óptimo. De hecho, este punto óptimo será cambiante, y dependerá de las circunstancias, del país y de la época.
Cuando los dirigentes de derechas hablan de que subir los impuestos perjudica a la incentivación de la economía y del empleo están presuponiendo que se encuentran en la parte descendente de la parábola, cuando esto es sólo una opinión no contrastada. Sin embargo, parece que la sociedad ha asumido este principio, esta curva de Laffer partida por la mitad que interesa, como una verdad absoluta.
Curva de Laffer vista por un "liberal",seguramente debido a algún extraño defecto visual
¿Podría beneficiar a la economía aumentar los impuestos? La respuesta es sí, podría, siempre dependiendo que se haga con estos impuestos. Pongo un ejemplo.
Los impuestos se aumentan, y con ese dinero el estado crea una red de guarderías públicas gratuitas. Como todos sabemos, cuando se crea una red amplia de cobertura (como la sanidad) se minimizan los costes respecto a pequeños centros. Por la misma razón que el sistema nacional de salud consigue las mismas coberturas sanitarias por menos dinero que un sistema privado aquí pasaría lo mismo.
Al haber una red pública y gratuita de guarderías, muchos ciudadanos tendrían una parte de su renta liberada al no tener que pagar una guardería privada. Ese dinero extra incentivaría el consumo y crearía actividad económica.
Este tipo de argumentos no los hará un “liberal” en la vida. Porque, al final, no es cuestión de mejorar objetivamente el funcionamiento económico. Para estos “liberales” la cuestión es seguir los mitos del neoliberalismo, mitos creados por personas que pretendían arrimar el ascua a su sardina y vender a la sociedad como positivo las cosas que eran positivas para ellos.
Un “liberal” no reconocería jamás la conveniencia de subir ciertos impuestos. Un “liberal” cortará la curva de Laffer como le interese y no reconocerá la mitad que no quiere ver. No reconocerá jamás que puede ser positiva la presencia de el estado en la economía, o las empresas públicas.
Al final, estos “liberales” que pretenden ser objetivos analistas, no son más que aquello que decía no recuerdo qué autor: Fundamentalistas del mercado.
Cuanto más oigo a estos “liberales”, sobre todo después de la que ha caído gracias a estas ideas, más tengo la sensación que se basan en algún tipo Fe religiosa para justificar sus tesis.