GTD: La Productividad no es la Herramienta
Observo habitualmente un gran interés, en mi opinión algo desproporcionado y en ocasiones incluso obsesivo, por los diversos gadgets y herramientas informáticas existentes para soportar la implantación de GTD.
Sé que esta metodología goza de especial predicamento entre los perfiles técnicos en general y los informáticos en particular, y por tanto entiendo que haya curiosidad por saber más acerca de cualquier nueva aplicación, herramienta o dispositivo informático que aparezca en el mercado.
Sin embargo me parece crítico que seas capaz de mantener la perspectiva y no sobrevalorar la importancia de las herramientas de cara a implementar GTD con mayor o menor éxito.
David Allen habla muy claro al respecto cuando trata el tema de las herramientas. Allen es completamente agnóstico en este sentido y no da más importancia a una herramienta concreta sobre las demás ni tampoco a las que él denomina de alta tecnología frente a las de baja tecnología.
Lo único importante en una herramienta es que cumpla bien su cometido, no que sea más o menos sofisticada.
Las personas que usamos GTD desde hace tiempo sabemos que disponer de una herramienta que se adecue a nuestras necesidades concretas es un requisito necesario para implantar GTD con éxito, pero también sabemos que no es suficiente.
No te engañes: por excelente que pueda ser una herramienta nunca podrá sustituirte.
La herramienta puede ayudarte a recopilar mejor y en menos tiempo, a procesar más fácilmente, a organizar de forma más eficaz de forma que puedas acceder a tus acciones de modo más sencillo. Puede incluso serte útil a la hora de evaluar cual es la próxima acción… Pero en ningún caso la va a hacer.
Y al final, como bien dice Berto, los cuatro pasos anteriores no sirven de nada si no haces.
Lo primero a la hora de implantar GTD, si es que realmente estás comprometido a hacerlo, no es buscar la herramienta más puntera ni el gadget de última generación. Lo primero es leerte el libro de David Allen al menos un par de veces hasta que realmente te hayas “empapado” de todos y cada uno de los conceptos que forman GTD. Sólo entonces estarás en condiciones de abordar la implantación con alguna probabilidad de éxito.
Lo siguiente es seguir los consejos de David Allen para implantar el método por primera vez. Ponerlos en práctica es mucho menos sencillo de lo que parece al leerlos. Como recomienda Jeroen Sangers, comienza con herramientas de baja tecnología y mantente con ellas al menos los primeros meses hasta dominar la metodología.
A partir de ahí podrás hacer lo que quieras en términos de herramientas. Pero no te recomiendo que lo intentes antes o tus probabilidades de éxito son escasas.
Por mala que sea tu herramienta, puedes implantar GTD con éxito si dominas la metodología. Por buena que sea la herramienta, nunca implantarás GTD con éxito si no dominas la metodología.
La productividad no es la herramienta, es lo que tú obtienes cuando aplicas correctamente la metodología GTD.
GTD: La Productividad no es la Herramienta ha sido escrito por José Miguel Bolívar y publicado originalmente en Optima Infinito | Desarrollo Personal, Productividad y GTD. Este artículo está licenciado para su uso bajo una Licencia Creative Commons 3.0 España (Reconocimiento - Uso no Comercial - Compartir bajo la misma Licencia).
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