Extracto de un buen libro para mejorar la autoestima: "The Six Pillars of Self-Esteem". La autoestima es la disposición a considerarse competente frente a los desafíos básicos de la vida y sentirse merecedor de la felicidad. Tener una alta autoestima es sentirse confiadamente apto para la vida, es decir, competente y merecedor; tener una baja autoestima es sentirse inapropiado para la vida.
Es la confianza en nuestra capacidad de aprender, de tomar decisiones y hacer elecciones adecuadas, y de afrontar el cambio. La autoestima tiene dos componentes relacionados entre sí:
1.- la sensación de confianza frente a los desafíos de la vida: la eficacia personal.
2.- la sensación de considerarse merecedor de la felicidad: el respeto a uno mismo.
La eficacia personal
Significa confianza en el funcionamiento de mi mente, en mi capacidad para pensar y entender, para aprender a elegir y tomar decisiones: confianza en mi capacidad para entender los hechos de la realidad que entran en el ámbito de mis intereses y necesidades; en creer y confiar en mí mismo.
El respeto a uno mismo
Significa reafirmarme en mi valía personal; es una actitud positiva hacia el derecho de vivir y de ser feliz; el sentirme agusto con mis pensamientos, mis deseos, mis necesidades; el sentimiento de que la alegría y la satisfacción son derechos innatos naturales.
Las manifestaciones de la autoestima
La autoestima se manifiesta en nosotros y en los demás de manera sencilla y directa, los siguientes elementos nos lo demuestra:
1 - la autoestima se proyecta en el placer que uno tiene de estar vivo a través de un rostro, un ademán, en el modo de hablar y de moverse.
2 - la autoestima se expresa a sí misma en la tranquilidad con la que se habla de los logros o de los defectos de forma directa y honesta, pues uno está en amable relación con los hechos.
3 - la autoestima se expresa en el gusto que la persona experimenta en dar y recibir cumplidos, en las expresiones de afecto y aprecio.
4 - la autoestima se expresa en estar abierta a la crítica y en el alivio al reconocer los errores, porque la autoestima no está ligada a la imagen de ser perfectos .
5 - la autoestima se expresa a sí misma cuando las palabras y los movimientos de una persona se caracterizan por la tranquilidad y la espontaneidad, que reflejan el hecho de que la persona no está en guerra consigo misma.
6 - la autoestima se expresa en sí misma en la armonía existente entre lo que uno dice y hace y en la forma de mostrarse, expresarse y de moverse.
7 - la autoestima se expresa en sí misma en la actitud de mostrar curiosidad y de estar abierto a las nuevas ideas, a las nuevas experiencias, a las nuevas posibilidades de vida.
8 - la autoestima se expresa a sí misma en el hecho de que los sentimientos de ansiedad o inseguridad, si aparecen, con probabilidad se prestarán menos a la intimidación o al agobio, pues aceptarlos, manejarlos y elevarse por encima rara vez resulta excesivamente difícil.
9 - la autoestima se expresa a sí misma en la capacidad de disfrutar de los aspectos alegres de la vida, de uno mismo, de los demás.
10 - la autoestima se expresa a sí misma en la flexibilidad personal al responder a situaciones y desafíos, ya que se confía en uno mismo y no se ve la vida como maldición o fracaso.
11 - la autoestima se expresa a sí misma en el bienestar propio al mostrar un comportamiento firme consigo misma y con los demás.
12 - la autoestima se expresa a sí misma en una capacidad de preservar la calidad de equilibrio y de la dignidad en situaciones de estrés.
Físicamente en la persona con autoestima podemos observar, unos ojos que están alerta, brillantes y llenos de vida, un rostro que esta relajado y tiende a exhibir un color natural y una buena tersura en la piel, una mandíbula relajada, hombros relajados y rectos, manos relajadas y sueltas, los brazos cuelgan de forma fácil y natural, una postura carente de tensión, recta y equilibrada; el paso tiende a ser decidido, sin ser agresivo y recargado.
La autoestima es, por tanto, el razonamiento de que soy apropiado para la vida, soy competente y tengo valía; es estar consciente y confiado en mi mismo.
La falsa autoestima
Algunas veces vemos a personas que disfrutan de un éxito mundano, son ampliamente estimadas, o tienen una experiencia pública de seguridad y no obstante están profundamente insatisfechas, ansiosas o deprimidas. Pueden proyectar la apariencia de ser eficaces y respetadas, pero nada hay de eso, en realidad.
La falsa autoestima es la ilusión de tener una eficacia y dignidad fuera de la realidad, es una protección para disminuir la ansiedad y proporcionarnos un sentido falso de seguridad para aliviar nuestras necesidades de una auténtica autoestima.
Los seis pilares de la autoestima
1.- La práctica de vivir conscientemente
Vivir de manera consciente significa intentar ser consciente de todo lo que tiene que ver con nuestras acciones, propósitos, valores y metas, al máximo de nuestras capacidades, sean cuales sean y comportarnos de acuerdo con lo que vemos y conocemos. Vivir de manera consciente significa más que el mero ver y conocer; significa actuar sobre lo que vemos y conocemos. El vivir de manera consciente es vivir siendo responsable hacia la realidad, no es necesario que nos tenga que gustar lo que vemos, pero reconocemos que lo que existe, existe, y lo que no existe, no existe. Los deseos o temores, o negaciones no modifican los hechos.
Si no aportamos un adecuado nivel de conciencia a nuestras actividades, si no vivimos de manera consciente el precio inevitable es un mermado sentido de eficacia personal y de respeto a uno mismo. Nuestra mente es nuestro instrumento básico de supervivencia, si se traiciona ésta, se resiente la autoestima. La forma más simple de esta traición es la evasión de los hechos que nos causan perplejidad, duda, indecisión, por ejemplo:
“se que no estoy trabajando lo mejor que puedo, pero no quiero pensar sobre ello"
“se que mi forma de comer está arruinando mi salud, pero...."
“sé que mis hijos sufren por recibir tan poco de mí, y sé que les causo daño y resentimiento, pero algún día, de algún modo, cambiaré....."
sé que mis archivos no están bien organizados, pero para lo que me pagan, y para lo que recibo de estímulos......"
“sé que algún día tengo que empezar a ordenar mis archivos, pero con eso de que no me dan material, cajas, estantes, puedo irmela llevando así....."
“sé que mi archivo tiene cada vez peores problemas, pero lo que hemos hecho ha funcionado en el pasado, ¿no?, de todos modos, esta cuestión no me trastorna, ni me quita el hambre, mi jefe es el responsable, y quizá la situación se resuelva por sí misma, de algún modo, o me lleguen a cambiar......"
2.- La práctica de la aceptación de sí mismo
La autoestima es imposible sin la aceptación de sí mismo. Este concepto tiene tres niveles de significación:
a) aceptarse a sí mismo es estar de mi lado, -es estar para mí mismo- es una especie de egoismo natural que es un derecho innato de todo ser humano orientado a la valoración y al compromiso consigo mismo. Algunas personas se rechazan a sí mismas en un nivel tan profundo que no podrán comenzar ninguna labor de crecimiento hasta abordar este problema. La aceptación de mí mismo es mi negativa a estar en una relación de confrontación conmigo mismo. Es no pelearme conmigo mismo.
b) aceptarse a sí mismo es la disposición a experimentar plenamente mis pensamientos, sentimientos, emociones mis acciones, mis sueños, no como algo lejano, o algo distinto a mí, sino como parte de mí esencia, ya que permito que se expresen y no los reprimo. Vivir en toda su intensidad lo que estoy sintiendo, pensando, haciendo. Si pienso en ideas que me causan trastorno, estoy pensando en ellas; o un deseo inadecuado, lo estoy sintiendo, lo que es verdad, es verdad, no lo racionalizo, niego o intento descartarlo mediante explicaciones. Estoy sintiendo lo que estoy sintiendo y acepto la realidad de mi experiencia.
Así pues, si me enfrento a un error que he cometido, al aceptar que es mi error soy libre de aprender de él y de hacer mejor las cosas en el futuro. Si me niego a aceptar que a menudo vivo, de manera no consciente, de forma irresponsable, pasivamente, cómo voy a aprender a vivir de manera consciente, más responsable, y de manera más activa.
c) la aceptación de sí mismo conlleva la idea de compasión, de ser amigo de mí mismo. Supongamos que he hecho algo que lamento, o de lo cual estoy avergonzado y por lo cual me reprocho, la aceptación de sí mismo, no niega la realidad, no afirma que sea en realidad correcto lo que está mal, sino que indaga el contexto en el que se llevó a cabo una acción. Quiere comprender el porqué. Quiere conocer por qué algo que está mal o es inadecuado se consideró deseable o adecuado o incluso necesario en su momento.
3.- La práctica de la responsabilidad de sí mismo.
Para sentirme competente para vivir y digno de la felicidad, necesito experimentar una sensación de control sobre mi vida. Esto exige estar dispuesto a asumir la responsabilidad de mis actos y del logro de mis metas. Lo cual significa que asumo la responsabilidad de mi vida y bienestar. La responsabilidad de uno mismo es esencial para la autoestima, y es también un reflejo o manifestación de la misma. La práctica de la responsabilidad de sí mismo supone la admisión de lo siguiente:
yo soy responsable de la consecución de mis deseos.
yo soy responsable de mis elecciones y acciones
yo soy responsable del nivel de conciencia que dedico a mi trabajo
yo soy responsable de mi conducta con otras personas, compañeros de trabajo, socios, clientes, cónyuge, hijos, amigos.
yo soy responsable de la manera de jerarquizar mi tiempo
yo soy responsable de la calidad de mi trabajo
yo soy responsable de mi felicidad personal
yo soy responsable de aceptar o elegir los valores según los cuales vivo.
Lo que implica cada uno de estos aspectos desde el punto de vista del comportamiento es el desarrollo y la aplicación de un plan de acción, soy yo quien tiene que descubrir cómo le voy hacer.
4.- La práctica de la autoafirmación
La autoafirmación significa respetar mis deseos, necesidades y valores y buscar su forma de expresión adecuada en la realidad.
Su opuesto es la entrega a la timidez consistente en confinarme a mí mismo a un perpetuo segundo plano en el que todo lo que yo soy permanece oculto o frustrado para evitar el enfrentamiento con alguien cuyos valores son diferentes de los míos, o para complacer, aplacar o manipular a alguien, o simplemente para estar en buena relación con alguien.
La autoafirmación no significa beligerancia o agresividad inadecuada; no significa abrirse paso para ser el primero o pisar a los demás; no significa afirmar mis propios derechos siendo ciego o indiferente a los de todos los demás. Significa simplemente la disposición a valerme por mí mismo, a ser quien soy abiertamente, a tratarme con respeto en todas las relaciones humanas. Equivale a una negativa a falsear mi persona para agradar a los demás.
Ejercer la autoafirmación es vivir de forma auténtica, hablar y actuar desde mis convicciones y sentimientos más íntimos, es una forma de vida, una regla (admitiendo que en ocasiones puede haber circunstancias particulares en las que está justificado que decida no hacerlo, por ejemplo, cuando me enfrento a un atracador. A veces la autoafirmación se manifiesta presentando voluntariamente una idea o haciendo un cumplido; a veces mediante un adecuado silencio que da a entender nuestro desacuerdo: a veces negándonos a sonreír ante un chiste tonto.
5.- La práctica de vivir con propósito
Vivir con propósito es utilizar nuestras facultades para la consecución de las metas que hemos elegido: la meta de estudiar, de crear una familia, de organizar nuestros archivos, de ganarnos la vida, de empezar un negocio nuevo, de hacer ejercicio, de dedicarles más tiempo a nuestros hijos, pareja, amigos, padres. Son nuestras metas las que nos impulsan, las que nos exigen aplicar nuestras facultades, las que vigorizan nuestra vida.
Vivir con propósito es vivir productivamente, es una exigencia de nuestra capacidad para afrontar la vida. La productividad es el acto de conservación de la vida plasmando nuestras ideas en la realidad, fijando nuestras metas y actuando para conseguirlas, el acto de dar la vida a los conocimientos, bienes y servicios.
Como forma de actuar en el mundo, la práctica de vivir con propósito supone las siguientes cuestiones básicas:
- asumir la responsabilidad de plantearnos metas y propósitos de manera consciente.
- interesarse por identificar las acciones necesarias para conseguir nuestras metas
- controlar la conducta para verificar que concuerda con nuestras metas.
- prestar atención al resultado de nuestros actos, para averiguar si conducen a donde queremos llegar.
Vivir sin propósito es vivir a merced del azar, del acontecimiento fortuito, de la llamada telefónica fortuita, del encuentro casual, porque no tenemos una norma mediante la cual juzgar lo que vale la pena y no vale la pena hacer. Las fuerzas exteriores nos impulsan, como un corcho que flota en el agua, sin una iniciativa nuestra que fije un curso específico. Nuestra orientación hacia la vida es reactiva en vez de proactiva. Vamos a la deriva.
6.- La práctica de la integridad personal
La integridad consiste en la integración de ideales, convicciones, normas, creencias, por una parte, y la conducta por otra. Cuando nuestra conducta es congruente con nuestros valores declarados, cuando concuerdan los ideales y la práctica, tenemos integridad.
La integridad significa congruencia, concordancia entre las palabras y el comportamiento. Hay varios estudios que revelan que en las organizaciones hay muchas personas que no confían en sus superiores. ¿Por qué?
Por falta de congruencia.
Por hermosas declaraciones de intenciones que no se cumplen en la práctica.
Por la doctrina del respeto al individuo que no se aplica en realidad.
Por los eslóganes por el servicio al cliente en las paredes que no se corresponden con la realidad del trabajo cotidiano.
Por los sermones sobre la honestidad traicionados mediante las trampas.
Por las promesas de equidad traicionadas por el favoritismo.Indicadores de una baja autoestima
Sin embargo en la mayoría de las organizaciones hay hombres y mujeres en quienes los demás confían. ¿Por qué? Porque mantienen su palabra, porque cumplen sus compromisos, porque no se limitan a prometer que defienden a su gente, sino que lo hacen. Porque no predican la equidad sino que la practican. Porque no se limitan a aconsejar honestidad e integridad sino que la viven.
La autoestima es una necesidad que requerimos para funcionar eficazmente, si nos falta no necesariamente moriremos, pero si nos falta en grandes dosis perjudicará nuestra capacidad de funcionar. La autoestima proporciona una contribución esencial para el proceso vital y es indispensable para un desarrollo normal y saludable.
Una autoestima poco adecuada se puede revelar en:
una mala elección de la pareja
un matrimonio que sólo presenta frustraciones
en una profesión que no te lleva a ninguna parte
en una mala organización de tu trabajo
en la incapacidad para disfrutar del éxito
en el comer y vivir destructivamente
en metas, sueños que nunca se cumplen
en la ansiedad o depresión crónicas
baja resistencia a las enfermedades
bajo rendimiento en el trabajo
en un hambre insaciable de amor y de obtener la aprobación de los demás.
En nosotros está la responsabilidad de tener una alta o baja autoestima; revisemos qué resultados hemos tenido hasta ahora en los diferentes aspectos de nuestra vida, esto nos servirá de parámetro para corregirnos e impulsarnos en la búsqueda de la felicidad.
Por Nathaniel Branden
Conozca las seis claves de la autoestima
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Fuente: FEAC Escola Sant Jaume
Imagen: Self-esteem
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