¿Eres el Problema o la Solución?
Básicamente hay dos tipos de personas: las que buscan problemas y las que encuentran soluciones.
Los buscadores de problemas son el grupo más numeroso, supongo que porque resulta más fácil detectar un problema que solucionarlo.
El grupo de los que encuentran soluciones es, imagino que por la misma razón que acabo de comentar, mucho más reducido y sin duda mucho más apreciado y valorado por todos, tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Ser un buscador de problemas es una vocación temprana y me atrevería a decir que casi una tendencia innata.
Ya de críos comenzamos a decir no a las propuestas paternas, casi como un acto reflejo, pero rara vez somos capaces de proponer alternativas concretas.
En otras palabras, decimos fácilmente lo que no nos gusta o lo que no queremos pero nos cuesta expresar con claridad lo que sí nos gusta o lo que sí queremos.
El problema es que si no corregimos estos hábitos tempranos acabaremos convirtiéndonos en buscadores crónicos de problemas, lo cual no sólo es bastante aburrido y limitante para el que lo padece sino que además no nos va a resultar de mucha ayuda ni en lo personal ni en lo profesional, más bien lo contrario.
Lo curioso es que pasar de buscar problemas a encontrar soluciones es un paso relativamente sencillo. Como solemos comentar a menudo en este blog lo único que require es uncambio de paradigma.
Las personas que buscan problemas se caracterizan fundamentalmente por dos aspectos: saben lo que no quieren y observan constantemente la realidad buscando el fallo, lo que no funciona e incluso lo que podría no funcionar.
Quienes encuentran soluciones, por el contrario, saben lo que quieren y operan en un paradigma en el que siempre existe una solución para cada problema.
Esta forma distinta de percibir la realidad hace que la reacción de aquellos que buscan problemas sea por lo general inmediata y poco o nada razonada. Tan pronto detectan algo que no les gusta o que no funciona lo dicen sin más.
Sin embargo los que encuentran soluciones no se paran ante el problema o el error sino que lo utilizan como punto de partida para comenzar la búsqueda de la solución, porque saben, sin dudar, que existe. Y lo mejor de todo es que, como no saben que en ocasiones la solución es imposible, siempre la encuentran.
Más allá de los beneficios que este cambio de paradigma te pueda aportar en tu vida profesional, considera también lo que puedes ganar a nivel personal si en lugar de ver sólo problemas comienzas también a ver oportunidades.
Al final todo se reduce a que te hagas esta pregunta: ¿de qué quiero ser parte, del problema o de la solución?
La decisión es sólo tuya.
Los buscadores de problemas son el grupo más numeroso, supongo que porque resulta más fácil detectar un problema que solucionarlo.
El grupo de los que encuentran soluciones es, imagino que por la misma razón que acabo de comentar, mucho más reducido y sin duda mucho más apreciado y valorado por todos, tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Ser un buscador de problemas es una vocación temprana y me atrevería a decir que casi una tendencia innata.
Ya de críos comenzamos a decir no a las propuestas paternas, casi como un acto reflejo, pero rara vez somos capaces de proponer alternativas concretas.
En otras palabras, decimos fácilmente lo que no nos gusta o lo que no queremos pero nos cuesta expresar con claridad lo que sí nos gusta o lo que sí queremos.
El problema es que si no corregimos estos hábitos tempranos acabaremos convirtiéndonos en buscadores crónicos de problemas, lo cual no sólo es bastante aburrido y limitante para el que lo padece sino que además no nos va a resultar de mucha ayuda ni en lo personal ni en lo profesional, más bien lo contrario.
Lo curioso es que pasar de buscar problemas a encontrar soluciones es un paso relativamente sencillo. Como solemos comentar a menudo en este blog lo único que require es uncambio de paradigma.
Las personas que buscan problemas se caracterizan fundamentalmente por dos aspectos: saben lo que no quieren y observan constantemente la realidad buscando el fallo, lo que no funciona e incluso lo que podría no funcionar.
Quienes encuentran soluciones, por el contrario, saben lo que quieren y operan en un paradigma en el que siempre existe una solución para cada problema.
Esta forma distinta de percibir la realidad hace que la reacción de aquellos que buscan problemas sea por lo general inmediata y poco o nada razonada. Tan pronto detectan algo que no les gusta o que no funciona lo dicen sin más.
Sin embargo los que encuentran soluciones no se paran ante el problema o el error sino que lo utilizan como punto de partida para comenzar la búsqueda de la solución, porque saben, sin dudar, que existe. Y lo mejor de todo es que, como no saben que en ocasiones la solución es imposible, siempre la encuentran.
Más allá de los beneficios que este cambio de paradigma te pueda aportar en tu vida profesional, considera también lo que puedes ganar a nivel personal si en lugar de ver sólo problemas comienzas también a ver oportunidades.
Al final todo se reduce a que te hagas esta pregunta: ¿de qué quiero ser parte, del problema o de la solución?
La decisión es sólo tuya.